Mariano Sánchez Soler, reconocido periodista, escritor y poeta comprometido, nos invita en su último libro, No es amor sino fiebre, a explorar la faceta más íntima de su ser a través de una cuidada selección de sus poemas de amor. Este viaje poético, que abarca desde 1972 hasta 2023, es una ventana abierta a las emociones, luchas y reflexiones de un artista que ha marcado su trayectoria en la poesía, el cine y la música.
El prólogo de Esther Abellán Rodes de No es amor sino fiebre agrega una capa adicional de contextualización y apreciación a la obra de Sánchez Soler. Abellán destaca la importancia de la selección de poemas realizada con delicadeza, resaltando aquellos que explican el conjunto de la obra y revelan la fragilidad humana. La conexión entre el autor y su entorno, especialmente el mar, se presenta como un hilo conductor que atraviesa las páginas del libro.
Abellán también destaca la intensidad y el compromiso de Sánchez Soler con la poesía como medio de expresión y resistencia. La referencia a Trotsky, «la vida es hermosa», sugiere una perspectiva vitalista que se refleja en la obra del poeta.
La estructura del libro, presentada de manera unitaria y casi cronológica, permite al lector sumergirse en la evolución poética de Sánchez Soler a lo largo de las décadas. La inclusión de poemas inéditos junto con los ya publicados crea una experiencia completa que abarca la totalidad de la obra del autor.
La técnica narrativa de Sánchez Soler se caracteriza por su potencial metafórico y su rechazo a la falsedad y al artificio. Su escritura, que se nutre del cine y la música, se presenta de manera heterodoxa, fusionando sonetos con habaneras, rock and roll y blues. Esta fusión refleja la diversidad de influencias que han moldeado su expresión artística.
El uso de metáforas poderosas, como el mar como prolongación de sí mismo, revela la conexión profunda entre la identidad del poeta y su entorno. Las imágenes poéticas, como el humo que se difunde o la agonía colgando como carne amontonada, crean un impacto emocional que resuena en la conciencia del lector.
Los poemas de Sánchez Soler revelan una profunda conexión con la realidad y un compromiso social que ha caracterizado su obra a lo largo de los años. Su poesía, lejos de ser romántica de manera convencional, se presenta como un acto revolucionario, donde el amor se entrelaza con la lucha y la conciencia social. La elección de poemas como Walking Blues, Lejanía y Como el humo muestra la diversidad temática y estilística del autor.
En Walking Blues, el poeta se presenta como un ser transparente, casi invisible, arrastrándose hacia su destino cotidiano. La metáfora de la transparencia refleja la vulnerabilidad y la invisibilidad que a menudo siente el individuo ante la sociedad. La imagen de la agonía colgando como carne amontonada resalta la crudeza de la existencia y la inevitable mortalidad.
Lejanía, por otra parte, explora la sensación de distancia y pérdida, donde el poeta se encuentra muy lejos del júbilo pasado. La metáfora del tren cercano que pinta la boca de promesas sugiere una conexión entre el pasado y el presente, marcada por la nostalgia y la imposibilidad de transmitir el propio sufrimiento.
En Como el humo, la poesía se convierte en un acto de agitación y la eternidad se presenta como un susurro de agonía. La imagen del humo que se esfuma en una atmósfera de borrachos y sangre evoca una sensación de desvanecimiento y desesperanza, mientras que el poeta se mueve hacia su destino final.
No es amor sino fiebre es un viaje poético que trasciende las convenciones románticas para explorar la intersección entre el amor, la lucha y la conciencia social. Mariano Sánchez Soler, a través de su poesía incendiaria, invita a los lectores a reflexionar sobre la fragilidad de la existencia, la conexión con el entorno y la búsqueda constante de esperanza en medio de las experiencias de la vida. Este libro no solo es una recopilación de versos, sino una inmersión en la mente y el corazón de un poeta comprometido con la verdad y la transformación.
Mariano Sánchez Soler (Alicante, España, 2 de mayo de 1954) es escritor, periodista y doctor por la Universidad de Alicante. Como periodista ha trabajado en los equipos de redacción de reconocidos periódicos y semanarios (El Periódico de Catalunya, Diario 16, Le Monde diplomatique, los semanarios Tiempo, Actual, Primera Plana, Interviu, Madrid Económico…). Recibió el Premio de Narrativa Francisco García Pavón 2009 por su novela Nuestra propia sangre, el Premio Internacional de Literatura de No Ficción Rodolfo Walsh en el 2002, el Premio Álvaro Iglesias de poesía 1982 y el Premio Alcudia de Poesía 1978.
Recibió el Premio de la Crítica Literaria Valenciana 2012, en su XX edición, en la modalidad de ensayo, por su libro «Anatomía del Crimen». En 2013, su novela «El asesinato de los marqueses de Urbina» recibió el Premio Internacional de Novela Negra L´H Confidencial.
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