«Esta primavera, mi hija Chloe hubiera cumplido cinco años, pero ni siquiera conoció su hogar. Nos vimos en la terrible obligación de despedirnos de ella justo en el momento en el que llegaba a la vida en un hospital. En aquel instante en el que tuve a mi niña en los brazos, no sabía que sería la primera y la última vez que la vería»
Las palabras bien utilizadas son una herramienta maravillosa. Las palabras nos sirven para materializar la realidad, pues si algo está escrito es que existe, incluso para comprenderla mejor, nos sirven para honrar la memoria de nuestros seres queridos, también para sacar a la luz la verdad, y sobre todo, nos pueden ayudar a sanar. Las palabras curan.
La jurista Mónica Carrasco Blázquez, la autora de el libro Los mensajes de Chloe conoce muy bien el poder de las palabras, por eso, antes de contaros mis impresiones sobre su lectura, la invito a que cuente su historia:
Sonia Yañez Calvo: ¿Quién es Chloe?
Mónica Carrasco Blázquez: Chloe es una niña que tiene luz propia. Ella era un bebé precioso, su rostro era muy dulce, su piel era extremadamente suave y tenía el cabello de color rubio con bucles muy definidos.
Esta primavera, mi hija Chloe hubiera cumplido cinco años, pero ni siquiera conoció su hogar. Nos vimos en la terrible obligación de despedirnos de ella justo en el momento en el que llegaba a la vida en un hospital. En aquel instante en el que tuve a mi niña en los brazos, no sabía que sería la primera y la última vez que la vería.
SYC: Denunciasteis al hospital por la mala praxis médica, además de la falta de humanidad que sufristeis, ¿Cómo pudisteis soportar todo el litigio?
MCB: Después de presenciar la terrorífica escena de la muerte de nuestra hija, desde aquel momento, día tras día, nuestro único objetivo era mostrar la necesidad de nuestro derecho de participación activa en el proceso penal. Sin embargo, experimentamos una verdadera indefensión y esto hizo que se despertara aún más nuestro deseo de buscar la verdad. Durante estos años de lucha judicial hubo momentos en los que encontrar la fuerza para continuar adelante nos costó demasiado, pero consensuamos afrontar nuestro propósito con esperanza y también decidimos confiar en que la verdad sería revelada.
SYC: ¿Qué le dirías a las personas que han sufrido una injusticia parecida a la vuestra y que no se atreven a denunciar?
MCB: Les diría que su corazón conoce lo que ocurrió realmente, pero que si para ellos es importante el reconocimiento judicial de la evidencia, que no teman defender la pura verdad.
SYC: Cuentas en el libro que poco antes de la terrible pérdida de Chloe, falleció tu padre. Partiendo de que cada persona es distinta, ¿Cómo pudisteis sobrellevar toda la familia los periodos de duelo y el proceso judicial tan duro? Si para un adulto ya es difícil para una niña cómo Neré debe ser mucho más duro y difícil de entender.
MCB: Cada persona vive el proceso de duelo de forma personal. Después de la pérdida de mi padre me sumergí en el desgarrador proceso de duelo. El mundo se apagó un momento, al menos para mí. Algo había cambiado en mi forma de ver la vida y confieso que todo me importaba un poco menos.
Necesitaba ánimo y esperanza. En mi mente comenzó a repetirse la idea de buscar una ilusión y apareció Chloe.
Ella eligió nacer en nuestra familia y la acogimos con inmensa devoción. Cuando Neré se enteró de la muerte de su hermana nos dijo que le parecía injusto que su hermanita hubiera fallecido precisamente en un lugar donde se supone que cuidaban a la gente. Neré sentía una inmensa aflicción por la muerte de su hermana. Los primeros días se sentía sola, se acurrucaba en su cama y dormitaba. Su opresivo pesar era real, le pertenecía a ella y necesitaba llorar. No le gustaba que el entorno minimizara su dolor.
Los tres sentimos un dolor inmenso por la pérdida de Chloe. En semejante realidad nada nos parecía alentador, nuestras emociones de profunda tristeza e intenso anhelo se cegaron con la ira. Sufríamos mucho y encima asumíamos el papel de víctimas imperceptibles.
SYC: ¿Por qué decides escribir este libro y en qué momento? ¿Te has sentido liberada al contar tu verdad?
MCB: Cuando escribí este libro lloré muchísimo, pero el llanto me hacía bien. Escribí ese testimonio con lágrimas, pero cada una de esas lágrimas fueron sanadoras. Al terminar, sentí que el alma de mi hija vivía en mi corazón y mientras existiera el libro y alguna persona lo leyera, Chloe sería recordada. Nadie podría ocultar su existencia.
SYC: Poco antes de la publicación de Los mensajes de Chloe llegó por fin la resolución judicial, ¿Cómo te sentiste al llegar hasta el final?
MCB: Sentí que la lucha había tenido sentido y que la verdad se puede y se debe iluminar.
SYC: Tu libro puede ayudar a muchas personas que estén viviendo una situación similar. ¿Hay algún libro que te haya ayudado a ti en particular como lectora?
MCB: Me siento vinculada con los lectores que me han escrito después de leer el libro. Recibo comunicaciones de jueces que me piden perdón en representación del Poder Judicial, y de víctimas que se identifican con nuestra historia. Muchas de las cartas son de personas que no han sufrido el duelo por la pérdida de un ser querido, pero comprenden el dolor.
El libro Lazos de amor, de Brian Weiss tiene una reflexión que me transmite cierta calma.
«Un alma no puede ser nunca dañada ni tampoco se la puede matar. El alma es inmortal e indestructible. Siempre encontrará un camino de regreso si así ha sido dispuesto».
¿No es esto lo que deseamos las personas que hemos perdido a un ser querido? Que el alma de nuestro ser amado esté bien y que no pueda ser dañada.
SYC: En el libro hablas de usar el poder interior, ¿Qué papel juega la conexión con tu mundo interior en tu camino del corazón?
La paz está a nuestro alcance en el camino del corazón, solo cuando el sentimiento de amor germina en el interior somos capaces de crear un espacio de paz y armonía.
Mónica Carrasco no cree que las personas lleguen a uno por casualidad, igual que yo no creo que está historia más que especial haya llegado a mi por casualidad. No es fácil contar algo tan desgarrador como la pérdida de un hijo y ella no solo ha tenido el valor de contarlo, además quiere ayudar a otras personas que hayan sufrido la tragedia.
Ha sido una lectura reveladora y catártica. Seguiré a donde me lleven las huellas de Chloe sin vacilar y espero sobre todo ayudar a honrar su memoria. Estoy segura que ayudará a muchos lectores que por desgracia hayan sufrido pérdidas tan trágicas. No me cabe duda de que Los mensajes de Chloe les servirá de guía como me sirve a mi.
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