El camino de las luciérnagas (Roca Editorial, 2023), de Mónica Rouanet es la primera obra que publicó en 2012 en formato digital y que ahora se ha reeditado. Esta novela promete transportarnos a dos épocas diferentes y envolvernos en una historia llena de misterio y suspenso.
El camino de las luciérnagas es la novela que me faltaba para leer de Mónica, y a pesar de ser la primera que escribió la trama es igual de potente que las siguientes, si bien en esta obra ha cambiado algunas cosas al reeditarlas.
Mónica Rouanet obra tras obra confirma su gran calidad de escritora y el conocimiento que tiene de las técnicas narrativas y, por si fuera poco, no se encasilla escribiendo una y otra vez la misma historia ya que en todas ellas es diferente y se exploran temas distintos.
En El camino de las luciérnagas la historia comienza con un trágico accidente de tráfico que involucra a tres miembros de una misma familia. Atanasio Cuervo, un letrado de la administración de justicia, se encuentra relacionado con los fallecidos a través de un antiguo compañero de colegio. A partir de este momento, la trama se divide en dos planos temporales: por un lado, nos sumergimos en la adolescencia de Atanasio en el Madrid de los años 80, y por otro, nos adentramos en el año 2022, donde los protagonistas ya son adultos y tratan de desvelar los oscuros secretos detrás del accidente.
En la primera parte de la novela, somos testigos de la vida de Atanasio durante su etapa escolar en un colegio de curas en Madrid. Desde el comienzo, el autor nos sumerge en la atmósfera de la época, donde la movida madrileña comienza a dejar su huella en la sociedad. A través de flashbacks y recuerdos, Mónica nos muestra la vida de los adolescentes de aquel entonces: los primeros coqueteos con el alcohol y las drogas, los primeros amores y los conflictos propios de la edad.
Atanasio, un chico alto y lleno de complejos, encuentra en Hans, un nuevo compañero de colegio, un amigo que lo introduce en un mundo lleno de emociones y experiencias. Sin embargo, a medida que avanza la historia, Atanasio comienza a descubrir aspectos oscuros en la personalidad de Hans, lo que le lleva a ocultar un terrible secreto durante años.
En el año 2022, Atanasio y Hans se reencuentran a raíz del accidente de tráfico que involucra a la familia de Atanasio. Este hecho despierta en Atanasio la certeza de que Hans tiene algo que ver en la muerte de sus seres queridos y lo impulsa a investigar y descubrir la verdad detrás de lo ocurrido.
A medida que la trama se desarrolla, la autora nos sumerge en la sociedad actual, marcada por los cambios sociales y tecnológicos. Nos encontramos con un Madrid pospandémico, donde los personajes se enfrentan a nuevos retos y desafíos. La autora nos muestra cómo la sociedad ha evolucionado a lo largo de los años y, sin embargo, ciertos valores conservadores aún persisten en el espíritu de la sociedad.
Uno de los puntos fuertes, al igual que en sus novelas anteriores, de El camino de las luciérnagas son sus personajes. Mónica Rouanet ha creado personajes complejos y bien desarrollados, capturando de manera magistral sus características y personalidades. Atanasio Cuervo, el protagonista y narrador de la historia, experimenta una evolución a lo largo de la novela. Desde su adolescencia llena de complejos hasta su madurez como letrado de justicia, el lector puede identificarse fácilmente con su lucha interna y sus miedos.
Hans, por otro lado, es un personaje enigmático y manipulador. A través de él, Mónica nos muestra cómo una amistad puede convertirse en una obsesión peligrosa y cómo las acciones del pasado pueden perseguirnos durante años. Otros personajes secundarios también desempeñan un papel importante en la trama, añadiendo capas de complejidad y enriqueciendo la historia en su conjunto.
El camino de las luciérnagas aborda una serie de temas profundos y actuales que mantienen al lector inmerso en la trama. El amor, la entrega, la mentira, la amistad, la lealtad y el miedo son algunos de los temas que se entrelazan a lo largo de la historia. Rouanet nos invita a reflexionar sobre estos temas y nos muestra cómo pueden afectar nuestras vidas y nuestras relaciones con los demás.
Además, la novela también aborda el tema de la educación en diferentes épocas. En los años 80, la iglesia desempeña un papel fundamental en la educación de los jóvenes, no solo académicamente, sino también en lo social. La autora retrata de manera realista la influencia de los curas en la vida de los estudiantes y la delicada relación que se establece entre ellos.
En fin, una vez más Mónica Rouanet lo ha hecho: una buena novela, entretenida, con un ritmo narrativo ágil, con personajes complejos y temas universales. Por supuesto, una lectura muy recomendable.
Mónica Rouanet nació en Alicante, aunque desde los siete años vive en Madrid, donde estudió Filosofía y Letras. Especializada en Pedagogía por la Universidad Pontificia de Comillas, posteriormente cursó estudios de Psicología en la UNED. Desde hace más de veinte años atiende a personas en riesgo y dificultad social. Es autora de Despiértame cuando acabe septiembre, que se convirtió en el bestseller más vendido durante los meses de confinamiento y Donde las calles no tienen nombre, No oigo a los niños jugar y Nada importante, publicadas también en Roca Editorial.
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