Dioses de barro (Cazador de ratas, 2023), de Manuel Amaro Parrado es una obra que desafía las convenciones literarias, sumergiéndose en el horror extraño. Este libro, que es más que una novela sencilla, se presenta como un rompecabezas en el que cada historia está entrelazada por un hilo conductor invisible, creando un laberinto narrativo que fascina y desconcierta a partes iguales.
Cuando lees novelas de autores que no conoces de nada y, sin embargo, te llaman, a veces la sorpresa es muy satisfactoria y esto me pasó con la novela que hoy reseño, aunque todavía no tengo muy claro si es una novela o un libro de relatos o, quizás, ambas cosas. Lo que sí sé es que he disfrutado con su lectura y me ha sorprendido, lo que cada vez va siendo más difícil.
La estructura de la novela, para empezar, es laberíntica, presentando encrucijadas formadas por relatos cortos que exploran diversos nichos, géneros y perversiones. Desde elementos sobrenaturales al estilo del cuento Weird hasta el suspense psicológico, Amaro Parrado aborda cada historia con maestría, tejiendo un tapiz complejo de narrativas interconectadas.
La inclusión del relato premiado La Nana agrega una capa adicional a la trama, llevando a los lectores a un universo lleno de magia y tragedia. El protagonista posee un don peculiar, desafiando la idea de que ser Dios es algo sencillo y explorando la otra parte del velo de la existencia.
Las historias abordan temas como la manipulación, la fragilidad de la condición humana y la búsqueda desesperada de la supervivencia. Cada relación presenta personajes que, de una manera u otra, juegan a ser dioses, pero que son tan vulnerables como cualquiera, capaces de desmoronarse en cualquier momento.
Amaro Parrado logra mantener la intriga a lo largo de tres historias fascinantes. Desde un policía que sospecha de su mejor amigo hasta la revelación de una fórmula que permite adivinar el futuro, el autor explora las profundidades del alma humana y los abismos que se esconden en su interior.
Lo que realmente distingue a Dioses de Barro es el estilo narrativo único de Amaro Parrado. En una época de prisas y publicaciones rápidas, el autor se destaca por su enfoque apasionado y meticuloso hacia la escritura. Sus palabras tienen un toque añejo desafiando las convenciones contemporáneas y sumergiendo al lector en un universo oscuro y atmosférico.
El libro, aunque se presenta como una colección de relatos, se revela como una historia contada de manera desordenada (si alguien ha leído el guion de Pulp Ficción, es algo así). Los personajes, tramas y espacios convergen de manera apresurada, manteniendo la atención del lector hasta el final.
En resumen, Dioses de Barro es una obra que cautivará a los amantes del terror, el misterio y la ciencia ficción. Este libro invita a disfrutarlo con calma, saboreando cada relato y dejando que la historia se asiente antes de sumergirse en la siguiente.
Manuel Amaro Parrado nació en Andújar (Jaén) en 1976. Es licenciado en Ciencias Matemáticas y en Ciencias y Técnicas Estadísticas. Actualmente ejerce como profesor, su gran pasión, en el IES Jándula de Andújar.
Ha escrito varios libros: Fobos , León González, santo, El latido de Olimpia, Dioses y Corderos, León González, anticristo y el guion de las siete historias que conforman el cómic Anatomía del Caos, premio Ignotus 2018 a mejor tebeo.
Sus relatos han aparecido en diversos medios y antologías, y es miembro del colectivo Killer Toons, donde colabora desde hace años como guionista de cómics y corrector de contenidos.
Su cómic “Sujeto Darwin”, creado junto a Miguel Ángel Cáceres, fue adaptado al cine en 2015 y llevado a la gran pantalla en forma de cortometraje protagonizado por Fernando Coronado.
Entre sus galardones se cuentan el 1er Premio en el II Certamen de arte Joven de Mérida (1995) por la novela corta El tercer ojo, el 1er premio en el XIII Certamen Internacional de Relato Corto José Toral y Sagrista (2005) por La agenda, el 2º premio Premio en el I Certamen internacional de Relato Abades de Córdoba (2011) por Una conversación trivial, y el premio Ignotus 2018 a mejor tebeo por Anatomía del Caos.
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