¿Esto suena a Rap? El sonido del Rap se asocia a una instrumental de cuatro por cuatro. Para el profano solo consiste en fraseos sin melodía sobre un ritmo repetitivo. Tópicos y más tópicos. El Rap de España ha desarrollado las últimas décadas un movimiento de apertura. El abanico musical es asimilado, artistas de otras disciplinas alistados bajo este género. ¿El sonido del Rap? Camaleónico.
«Bienvenidos principiantes al curso para novatos. Empecemos por un pareado en el 4×4. Es cómodo y sencillo, además tiene una ventaja: Queda guapo hacer caer la rima encima de la caja». Así, el rapero sevillano Juaninacka ofrecía una introducción a los novatos que deseasen rapear. Pero también educaba a su público. Era la guía para entrar en un ritmo y considerar qué era Rap.
La letra pertenece a una colaboración en el disco de SFDK. Corría el año 2005. El Rap se establecía consolidado en la escena musical del país. Todo ello, por supuesto, sin la ayuda de medios de comunicación troncales. La conquista venía por la constancia y el buen trabajo de los músicos que la protagonizaron. Predominaban sonidos electrónicos, ese tempo de 4×4 que aludía Juaninacka. Pero aparecían nuevas incursiones en el sonido de las instrumentales.
Hasta entonces había predominado cierto cariz purista. Muchos raperos han reconocido y repudiado este sentimiento radical de entonces, impulsado por sus influencias y por la necesidad de hacer un sonido distinguible al resto.
Se abría la mente, se tonteaba con el Jazz, el Funk, guitarras de diferentes palos, bajos contundentes y teclados. ¿Suena a rap? Era la pregunta. El público fiel sintió llegar una oleada de viento directo al rostro. Tópicos fuera. Se multiplicaban las posibilidades sin dejar de lado la esencia del rap. Romper la paleta de sonidos habitual creaba otros caminos para la expresión del artista.
El público que no haya entrado en contacto con el Rap aún (eventualidad cada vez más inusual, por suerte) está de suerte. Puede considerar los siguientes párrafos como un acercamiento al Rap desde otros estilos reconocibles para la mayoría. Tras cada demostración cabe que el lector/oyente se pregunte: ¿Esto suena a rap? Solo al final del artículo sacaremos la conclusión.
Siendo radicales, este «curso para novatos» va a ir in crescendo. Ejemplos de Rap con diverso acompañamiento musical. La primera prueba va a ser la minimalista absoluta. Al clásico estilo cantautor, frente a una guitarra, tenemos a Chojin con su Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites o a Rapsusklei con su Melancolía.
Siguiendo con las seis cuerdas, el Flamenco y el Rap comparten la calle, la mirada vertical, el sentío y la queja. Langui demostró la bien que combinan al juntarse con Raimundo Amador para sacar su Plata o cromo. Aquí no manda patrón, solo manda el soniquete, que rapea. Raimundo es reincidente en estos crossovers con el Rap. Con Zatu de SFDK y otros músicos sacaba esta tema el pasado verano. ¿Esto suena a Rap?
En cuestión de bandas, se abre la vereda. Subimos un escalón. Los propios SFDK se montaron el funk de Los funkcionarios con la banda de Late Motiv. Aires de Rock Latino y Pop trae Juancho Marqués con Desde el Parnaso o Nos vamos a comer el mundo. Plenamente pop, la colaboración de Nach con Conchita en Incendios. ¿Esto suena a Rap?
Y llegaron los necesarios puentes con el Rock y el Metal. Ejemplos didácticos son No pueden del último disco de Toteking hasta la fecha, Igual a nadie de Tribbü con Juaninacka, Dando brea de Sho-Hai con Soziedad Alkoholika.
Hora de la nueva lección rompiendo tópicos. Viene de lejos el flirteo entre los productores de Rap y el Jazz. No son pocos los casos de cruce musical. Luce Kase.O y los Jazz Magnetism con Bogaloo y el disco que sacaron. Paralelo al pulcro de Donde duele, inspira de Rafael Lechowski y Glaç. Algo más ajustado al beat original, la redonda versión de Tengo un trato de Mala Rodríguez. Por otro lado, atención a El escritor de Sharif. Contrabajos, pianos, vientos, cuerdas. ¿Esto suena a Rap?
Y ya como última parada. Una cúspide arañada con mucho trabajo e intuición. Merece páginas y páginas pero lo debo apuntar en un esbozo. Rafael Lechowski publicó un proyecto que llamó ópera-rap. Quarcissus: el arte de desamar es una historia en cuatro actos y un epílogo, buscando la esencia poética y acompañado con instrumental de orquesta clásica. Con ese mismo espíritu de ambición de eternidad y elegancia cultural publicó con orquesta este año El canto de amor a la vida.
¿Esto suena a Rap? Por supuesto.
El Rap es fiel reflejo de la vida que lo fecunda. Y todos nos vemos rodeados de un abanico de estímulos que nos educan con mayor o menor consciencia en el proceso. La diversidad musical que goza ahora el rap solo son puertas por las que entrar y estirar el goce como oyentes.
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