Purasangre (Plaza & Janés, 2024) de Noelia Lorenzo Pino es la primera novela que he leído de esta autora y he de reconocer que me ha gustado y mucho, a pesar de no haber leído la anterior, Blanco inmaculado, en la que presenta a las dos protagonistas principales. También es cierto, como sucede con la mayoría de las trilogías que no ocurre nada por empezar a leer por la segunda si bien es cierto que te pierdes algo de la evolución de los personajes.
En este caso, nos encontramos con una novela negra que te sumerge en un mundo de misterio, secretos y oscuros acontecimientos en la ciudad fronteriza de Irún. La trama se desencadena con la desaparición repentina de Sua Arismendi, una joven de dieciocho años, lo que desencadena una frenética carrera contrarreloj para las inspectoras Lur de las Heras y Maddi Blasco de la Ertzaintza, quienes deben enfrentarse a un caso en el que nada es lo que parece.
La narrativa de Noelia Lorenzo Pino atrapa desde las primeras páginas, con una prosa ágil y descriptiva que nos transporta a los escenarios oscuros y tensos de la historia. La autora utiliza una técnica narrativa consistente en alternar la narración en tercera persona y los flashbacks, lo que añade profundidad y complejidad a la trama. Esta estructura dinámica no solo mantiene el ritmo de la historia, sino que también proporciona una visión más completa de los personajes y sus motivaciones.
Una de las cosas que más me han gustado de la novela han sido las dos protagonistas, que se presentan tan reales como podemos ser cualquiera de nosotras con sus problemas familiares o de salud y que, sin embargo, continúan luchando por su trabajo y por las víctimas de los crímenes que investigan, sometidas muchas veces a los roles de género.
Los personajes de Purasangre están desarrollados a la perfección, con profundidad psicológica y complejidad que los hace sentir reales y vívidos. Lur de las Heras y Maddi Blasco son protagonistas fuertes y convincentes, con una química palpable entre ellas que añade una capa adicional de tensión y emoción a la historia. A través de sus investigaciones, se enfrentan a una serie de personajes secundarios, cada uno con sus propios secretos y motivaciones, que contribuyen al suspense y la intriga de la trama.
Noelia no sólo crea una historia emocionante y llena de giros inesperados, sino que también aborda temas sociales relevantes con sensibilidad y perspicacia. Desde enfermedades mentales hasta maltrato psicológico y drogadicción, la novela explora las complejidades de la condición humana, añadiendo profundidad y significado a la trama. A través de sus personajes y sus experiencias, la autora nos invita a reflexionar sobre temas como la identidad, la familia y la moralidad, enriqueciendo aún más la experiencia de lectura.
Los escenarios de Purasangre están hábilmente construidos, con una atención al detalle que los hace cobrar vida en la mente del lector. Desde las calles bulliciosas de Irún hasta los oscuros y peligrosos rincones de la ciudad, cada lugar está imbuido de atmósfera y suspense, añadiendo una dimensión adicional a la historia. La autora utiliza el entorno como un elemento narrativo, creando un telón de fondo evocador que complementa y realza la acción de la novela.
En resumen, Purasangre es una novela negra muy bien escrita que te atrapa desde la primera página y no te suelta hasta el final. Con una trama emocionante, personajes convincentes y una prosa envolvente, Noelia Lorenzo Pino demuestra una vez más su talento como escritora de suspense. Esta es una lectura obligada para cualquier amante del género, y deja al lector ansioso por más de las intrigas y los misterios de Irún.
Noelia Lorenzo Pino (Irún, 1978) es profesora de corte y confección de formación. Su carrera profesional está ligada al mundo de la moda hasta que en 2013 publica Chamusquina, su primera novela. Dos años más tarde ve la luz La sirena roja (Erein, 2015), donde nos presenta a la pareja de ertzainas Chassereau-Macua, quienes protagonizan cuatro novelas más: La chica olvidada (Erein, 2016), Corazones negros (Erein, 2018), La estrella de quince puntas (Erein, 2020) y Animales heridos (Travel Bug, 2021).
Corazones negros ganó el Premio Cubelles Noir a la mejor novela negra publicada ese año, y Animales heridos el Premio Alicante Noir. Noelia también ha sido finalista con sus obras en los festivales Tenerife Noir y Salamanca Negra, además de conseguir galardones como los Premios Novelpol, los Premios Tormo negro, los Premios Euskadi de Literatura y el prestigioso Dashiell Hammett, que se entrega en la Semana Negra de Gijón.
Con Blanco inmaculado (Plaza & Janés, 2022) inauguró una nueva serie, con las inspectoras Lur y Maddi como protagonistas, que ahora continúa con Purasangre.
Además de novela negra escribe literatura infantil. Ha publicado cuatro cuentos en la colección Ane eta Moon, escritos en euskera.
