Elena Barrio es una poeta con mucho que contar. Posee una voz propia y un concepto poético abierto y con tendencia a la evolución. Va de lo urbano a lo rural con la maestría propia de una poeta que conoce el tempo y los espacios porque ha convivido con ellos. Su voz madura se refleja en sus dos poemarios: Detrás del aire hay monstruos y Xantopsia.
Existe una corriente poética que nos enumera el dolor desde distintas perspectivas. Cuando se nombra, tal vez, ese mal se disipe. Pero no es todo físico lo que atormenta al autor también hay algo de arraigo, de nostalgia y de autoconocimiento en la poesía actual. Estamos viviendo uno de los momentos poéticos más ricos del panorama español. La poesía está alcanzando un gran nivel y, sin lugar a dudas, han surgido voces que podríamos decir, preservarán la llama. Es grato descubrir nuevos talentos que nos demuestran que hay testigo de la palabra y el símbolo. La poesía está cargada de futuro.
Elena Barrio (Barcelona, 1990) es una autora que nos demuestra una gran madurez a pesar de su juventud. En una primera lectura de su poesía nos da la impresión que tiene claro el camino que ha tomado. Su poética desnuda y sin concesiones, nos atrapa desde el primer momento. Tiene un verso afilado, una estructura cuyo ritmo nos va llevando entre miedos y dolor hacia su alma.
Detrás del aire hay monstruos publicado por Ediciones En huida en su Colección Extravaganza es un poemario desnudo que habla de ella. Elena es la protagonista de su historia y de cómo va afrontando la vida como nos cuenta en su poema El silencio es frío:
Me hundo lento en el Pacífico
sin ahogo posible,
agonía lenta y perenne:
la luz muere,
donde muere el oxígeno.
Pizarnik es posiblemente la base de su poética aunque también encontramos otras fuentes de inspiración como Emma Pedreira y Lupe Gómez en el uso de la lengua. Además posee un mundo rico en matices e imágenes, que nos evoca su poética como podríamos apreciar en el poema Calma:
Algunas tardes
consigo fingir
que la normalidad me sienta bien;
otras, que ser la extraña,
me provoca un cosquilleo agradable
en el borde de las costillas que protegen el corazón.
Entre tanto y tanto
la dama fría me visita de noche
para tumbarse junto a mí
y recordarme que mi calma
siempre será suya.
Pero es en Xantopsia también publicada en Ediciones En huida en la colección 9.0 cuando Elena Barrio se descubre como la gran poeta que es. Xantopsia es un canto a la raíz, al origen y a los antepasados. Es tal vez un lenguaje más rural, muy gallego. Posiblemente sea una evocación a ese universo de la Rosalía más universal, donde lo terrenal y lo onírico van de la mano. El primer poema que da título al libro nos muestra el camino de lo que vendrá después:
Una abeja gordísima y preciosa busca dentro del estraloque
saborea el borde interior de la campanilla violeta,
se estremece de placer y sigue buscando.
El contoneo del animal minúsculo
es una delicia. casi puedo notar en mi lengua el temblor cálido
que siente, buceando en ese recoveco de terciopelo
que existe solo para ella
y para nadie más.
En Xantopsia la evocación a la tierra y a los ancestros es lo que mueve el poemario. Con un lenguaje sencillo pero rico, nos introduce en un mundo ajeno pero a la vez añorado por las nuevas generaciones. Ese mundo mágico que no se alcanza a apreciar en las grandes ciudades.
Detrás del aire hay monstruos y Xantopsia son dos poemarios tan distintos pero que, como he indicado antes, les une la voz madura de Elena. Barrio es una poeta con mucho que contar. Posee una voz propia y un concepto poético abierto y con tendencia a la evolución. Elena Barrio va de lo urbano a lo rural con la maestría propia de una poeta que conoce el tempo y los espacios porque ha convivido con ellos. Detrás del aire hay monstruos y Xantopsia son posiblemente la puerta a algo mayor. Las estelas de una poeta que dará mucho que hablar.
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