Metrópolis, dirigida por Fritz Lang y estrenada en 1927, es una obra maestra del cine mudo y un hito en la historia del cine. Esta película alemana se ha convertido en un referente del cine de ciencia ficción y del movimiento expresionista alemán, influyendo a generaciones de cineastas y dejando una marca indeleble en la cultura popular.
La trama de Metrópolis se desarrolla en un distante futuro distópico donde una ciudad gigantesca es gobernada por una élite rica mientras que los trabajadores viven y laboran en condiciones deplorables bajo tierra. La historia sigue a Freder, el hijo del gobernante de la ciudad, quien descubre la opresión que sufre la clase trabajadora y se enamora de María, una mujer que lidera a los trabajadores en su búsqueda de justicia.
Uno de los aspectos más notables de Metrópolis es su innovación técnica. Los efectos visuales y los decorados de la película fueron revolucionarios para su época. El director Fritz Lang y el diseñador de producción Otto Hunte crearon una visión asombrosa de una ciudad futurista, con rascacielos que se alzaban hacia el cielo y máquinas impresionantes que daban vida al mundo de la película.
Una de las escenas más icónicas de la película es la creación del robot antropomórfico llamado Máquina de María. Para dar vida a esta criatura, se utilizaron efectos especiales avanzados para la época, incluyendo técnicas de stop-motion y la participación de la actriz Brigitte Helm, quien interpretaba tanto a María como al robot. Esta secuencia en particular fue pionera en la cinematografía y desarrolló un estándar para la creación de seres artificiales en el cine.
Metrópolis ha influido en numerosas películas y directores a lo largo de los años. Su visión de una sociedad dividida por clases y su mensaje sobre la importancia de la reconciliación entre trabajadores y líderes siguen siendo relevantes hoy en día. La película también ha inspirado obras como «Blade Runner» de Ridley Scott y «The Matrix» de los hermanos Wachowski, que han continuado explorando temas similares de distopía y control tecnológico.
A lo largo de los años, Metrópolis ha sufrido alteraciones y cortes en su metraje original, pero en la década de 2000 se realizaron esfuerzos significativos para restaurar la película a su forma más completa. Estas restauraciones revelaron partes previamente perdidas de la trama, lo que permitió a las audiencias apreciar aún más la visión de Fritz Lang.
Una anécdota curiosa es que durante el rodaje de Metrópolis, la actriz Brigitte Helm tuvo que pasar largas horas en un traje de látex que representaba al robot. Este traje era extremadamente incómodo y difícil así que la piel de Helm sufrió irritaciones. A pesar de las dificultades, Helm brindó una actuación impresionante que contribuyó en gran medida al impacto visual y emocional de la película. Esta anécdota resalta el compromiso de los actores y el equipo de producción con la realización de esta obra maestra cinematográfica.
En resumen, Metrópolis es una película icónica que continúa fascinando y asombrando a las audiencias a lo largo de las décadas. Su legado perdura en el cine y la cultura pop, siendo una obra maestra que combina una visión distópica con innovación técnica, mensaje social y un impacto perdurable en la historia del cine.
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