La piel de Sergio del Molino ha llegado en un momento extraño. Esta nueva normalidad, que ha hecho que los sentimientos afloren con más fuerza, y tal vez es el libro perfecto para reflexionar lo que realmente somos.
La primera vez que conocí la psoriasis fue por la visita de un primo de mi madre. Se hospedó en casa de mi abuela. Por aquellas fechas yo andaba agilipollado en mi primer año de instituto. Era una hormona con patas, más pendiente de la belleza de mi compañera de instituto que de los libros.
Un día comiendo con la familia me percaté que el primo de mi madre tenía unas marcas en las manos y los brazos, como escamas. Me sorprendió, me pareció propio de un monstruo. Estaba sentado ante un ser extraño y nadie me había dicho nada. Fue todo un acontecimiento hasta que me lo explicó mi abuela, con esa forma tan dulce que tenía ella de contar las cosas. A partir de ese momento el ser extraño se convirtió en un pobre hombre con una putada de enfermedad de la piel.
Leyendo La piel de Sergio del Molino han regresado aquellos recuerdos de 1995. Esta obra de No Ficción relata la enfermedad en forma de historias independientes cuyo nexo es la piel y la psoriasis. Gracias al autor podemos descubrir la cantidad de gente que ha padecido o padece la enfermedad a lo largo de la historia.
Nabokov, Stalin, Lauper, Updike, son algunos de los personajes que pueblan las páginas de esta historia. Del Molino nos relata sus historias como si nosotros fuésemos Daniel, su hijo, y nos estuviera contando historias para dormir. Todas las vidas de estos personajes están hiladas por una piel enferma y del sufrimiento que ésta les provoca.
La piel, no es un libro sobre la enfermedad, si lo leemos en profundidad, esta novela fragmentaria o como la queramos denominar, trata sobre la incomprensión, el rechazo, el racismo. Como lo diferente nos hace huir y como nosotros mismos nos enfrentamos ante nuestros propios monstruos cuando somos diferentes. Sergio del Molino utiliza su piel para hablarnos de las cosas que nos atormentan.
Como en casi todos sus libros la anécdota crece para pasar al status de transcendencia, Del Molino es especialista en eso. Es como el fotógrafo que se fija en los secundarios de una toma y la amplía. Podríamos decir que es el Cartier-Bresson de la literatura. Un retratista de lo cotidiano, de lo mínimo. En esta obra la psoriasis es la excusa para alcanzar una verdad mayor. Mezcla ensayo, con novela, con relato para hablarnos de lo que nos atormenta a todos que es el rechazo.
La piel ha llegado en un momento extraño. Esta nueva normalidad, que ha hecho que los sentimientos afloren con más fuerza, y tal vez es el libro perfecto para reflexionar lo que realmente somos.
Del Molino en cada libro disecciona una parte del ser humano, pero si nos damos cuenta todos nos hablan de lo mismo. El gran miedo a la soledad. Nos aterra no ser parte de esta sociedad y no estamos para beber cicuta. El ostracismo, es algo que no podríamos tolerar siendo tan sociales como somos. El confinamiento lo ha demostrado, teníamos que salir a los balcones para ver a nuestro vecino. Necesitamos el contacto.
Cuando acabas de leer La piel de Sergio del Molino te queda la sensación de que algo no has pillado. Necesitas releerlo para asegurarte que no se ha escapado nada de la historia. El autor es un gran contador de historias, sabe narrar desde lo riguroso pero con humor, hace crecer la anécdota. Le da importancia a los puntos ciegos y crea grandes obras con ellos. No cojea nada en la literatura de Sergio del Molino, todo está medido y encajado. La piel es pura literatura, una obra que engancha y no te suelta. Un libro sin concesiones que te engancha hasta el último aliento.
Te invitamos a leer otros reseñas y artículos de Eduardo Boix en Revista 17 Musas o a conocer otras obras de Sergio del Molino.