La exposición forma parte de la celebración del 123 aniversario de la compañía y se trata de un proyecto de site specific art expresamente concebido para el lugar que “nace y muere en los Pozos Garrigós.
Tras dos años desde su planteamiento inicial, el pasado 14 de octubre vio la luz la exposición de Aurelio Ayela ‘Hipogea. El hueco interior’ en los Pozos Garrigós (Museo de Aguas de Alicante), una iniciativa que se enmarca en el II Ciclo de Arte y Medio Ambiente organizado por la compañía.
Tal como ha explicado en una visita a los medios de comunicación Martín Sanz, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Aguas de Alicante, la exposición forma parte de la celebración del 123 aniversario de la compañía y se trata de un proyecto de site specific art expresamente concebido para el lugar que “nace y muere en los Pozos Garrigós desde el 14 de octubre hasta el próximo 15 de enero”.
“Mi propuesta para el Museo de Aguas nos sitúa ante la perspectiva de cómo el relato cultural ha colonizado nuestra relación con la naturaleza, y cómo nuestra propia identidad, desde el estatus de especie privilegiada, ha condicionado la libertad de los imaginarios íntimos al servicio de la avidez y la vanidad humanas”
Por su parte, Aurelio Ayela ha manifestado que el recinto donde se asienta su propuesta “es un espacio muy potente, con una gran dimensión simbólica” que además tiene una relación con el cuerpo, aludiendo al seno materno. Y este simbolismo se traslada a la exposición. De hecho, “hipogeo” significa “bajo tierra” y en este caso plantea el retroceso al espacio uterino. Según el artista, su instalación «nos hace replantearnos el origen de nosotros mismos”.
“Mi propuesta para el Museo de Aguas nos sitúa ante la perspectiva de cómo el relato cultural ha colonizado nuestra relación con la naturaleza, y cómo nuestra propia identidad, desde el estatus de especie privilegiada, ha condicionado la libertad de los imaginarios íntimos al servicio de la avidez y la vanidad humanas”, ha manifestado.
La muestra está formada por tres intervenciones artísticas, una para cada pozo -un sistema de aljibes del siglo XIX-, cuyos objetos sugerentes pretenden transmitir un mensaje de reconciliación del ser humano con la naturaleza, tal como ha explicado el autor.
Comienza con una planta fluorescente que simboliza “el Reino caído”, la desaparición de una especie. En la siguiente sala, una escultura de gran tamaño representa una suerte de cilindros budistas de oración, una “máquina de las soluciones imposibles” a modo de juego infantil; “ese espíritu impregna todo mi trabajo”, ha afirmado.
Y esa idea se lleva al extremo en la última instalación, una vídeo proyección donde se puede observar una pila de platos colocados en el fondo del mar, como si fueran una columna conmemorativa.
Sobre Aurelio Ayela
Reconocido artista alicantino (1970), Aurelio Ayela ha sido definido en múltiples ocasiones como “un creador nato”. Estudió Artes Plásticas y Diseño en la EASD Alcoy, ampliando luego conocimientos en escultura y grabado. Ha alternado la práctica artística con el diseño, manifestando un gran interés por la hibridación de los recursos y planteamientos de ambos.
Su trabajo se desarrolla en diferentes medios y ámbitos: artes plásticas y visuales, escenografía, ilustración, diseño editorial y gráfico, y el comisariado de exposiciones. En 2010 es incluido en A Thousand Living Painters, selección de la Iniciativa Verfhond, asociación internacional de coleccionistas, artistas y escritores que realiza un estudio bianual de los pintores más interesantes a nivel mundial.
De 2011 a 2015 fue subdirector de Arte y Comunicación del IAC Juan Gil-Albert. Su obra se encuentra representada en importantes colecciones públicas y privadas y ha sido exhibida en destacadas galerías y ferias de arte contemporáneo por todo el mundo.