Cristina del Valle además de ser una gran artista reconocida a nivel internacional, es una mujer fuerte, alegre y luchadora que no lo tuvo fácil. Si hay una palabra que la define es resiliencia. A través de su música no solo ha conseguido sobrevivir a una infancia traumática, sino que lucha para hacer el mundo un poco mejor. «La cultura es la clave».
He tenido la oportunidad de entrevistar a Cristina del Valle, ha sido una larga y reveladora conversación que intento transmitir en estas líneas. Hablamos de su infancia y su historia de superación, de sus inicios en la música, de su etapa con Amistades peligrosas, su carrera de fondo en solitario y sus proyectos para esta nueva realidad.
Cristina del Valle su infancia e inicios en la música
Cristina del Valle hace años que hizo pública la historia de violencia que vivió en su hogar y que he podido escuchar de primera mano. Su día a día consistía en intentar evitar que su padre matara a su madre. Su madre tuvo la fuerza y el valor para escapar del infierno con sus cuatro hijas. Su huida no fue fácil, las perseguían por abandono de hogar y vivían bajo la constante amenaza. Cristina hace hincapié en el sufrimiento de los niños, ¿por qué las víctimas tienen que huir y el agresor seguir con su vida como si nada?
Y cito textualmente: «Los niños son víctimas directas siempre, muchas veces se dice que si los niños no ven los actos de violencia no . Hay una violencia directa, cuando eres testigo de los ataques y la indirecta cuando es víctima del chantaje y las amenazas… Está demostrado que los hijos de víctimas ya sufren antes de nacer».
Después de un tiempo de idas y venidas, de cambiar toda su vida en la búsqueda de la libertad, Cristina se trasladó a Madrid. «Yo llevaba doble vida, por la mañana era funcionaria y por la tarde me iba a mi local de ensayo, tenía un grupo que se llamaba Vodevil que hacíamos funky pop, y estudiaba también teatro. Por la noche coincidió con la eclosión de la movida y estaba toda la noche interactuando con artistas, pintores, diseñadores… Descubrí la adolescencia que no había tenido”.
Al poco tiempo publicó en solitario con Warner álbumes de música pop como Cris. Ahí empezó su carrera como artista y como activista trabajando en una ONG. Fue una etapa en la que aprendió y disfrutó muchísimo.
Cristina del Valle y Alberto Comesaña: Amistades Peligrosas
Cristina recuerda los inicios de su historia con Alberto Comesaña y Amistades Peligrosas: «Conocí a Alberto entre el año 1989 y 1990 y nos fuimos a vivir juntos al poco de conocernos, y antes de un año ya habíamos sacado el primer disco». Su historia fue tan impulsiva como creativa. Se juntaron dos caracteres diferentes con mucha energía y no solo hicieron saltar las chispas, pues revolucionaron todo el panorama musical y social.
En su primer álbum Relatos de una intriga se veía la magia de Amistades Peligrosas. Eran un hombre y una mujer que cantaban temas sensuales en igualdad de condiciones, y temas de denuncia social y total actualidad, tanto, que siguen vigentes hoy en día.
Canciones como Estoy por ti, chocan con el retrógrado reggeton, temas como Africanos en Madrid, Eloi Eloi que habla sobre la eutanasia o Lágrimas de metal que cuenta el drama de las violaciones y el aborto son debates que hoy siguen igual. Nada nuevo bajo el sol.
Cristina comenta que Alberto Comesaña recordaba, hace poco en un programa en Youtube, la labor de Cristina en los textos de las canciones para que fueran igualitarios. «Yo creo que desde el primer disco, la riqueza del grupo fue que éramos un hombre y una mujer en igualdad de condiciones”».
La igualdad, la denuncia social, la fusión de géneros musicales son las claves para que Amistades Peligrosas revolucionaran el panorama musical y sigan vigentes a día de hoy. Además, ellos siempre trataron de hacer posible llegar a todas partes. Querían hacer música popular y lo lograron, tuvieron todo y más. Y una legión de fans que sueña con su vuelta a día de hoy.
Cristina del Valle una artista contra la violencia de género
Cristina del Valle cuenta como vivió una epifanía en pleno éxito. Tenía éxito material pero no encontraba el sentido a lo que hacía. Y se fue. Creó entonces la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género. Quería dar un sentido más profundo a su vida y adentrarse en el conocimiento de las realidades humanas internacionales de las mujeres.
«Mi vida era muy exitosa, tenía mucho reconocimiento, pero había una parte emocional que necesitaba alimentar». En esa época Cristina conoció a muchas mujeres que habían sufrido la violencia doméstica, lo que supuso un reencuentro con sus propios traumas. Se veía reflejada en esas niñas que se preguntaban por qué tenían que huir cuando el que les pegaba era él.
En ese momento se dio cuenta de que trabajar con el apoyo de otras mujeres era fundamental para poder presionar política y socialmente. La música le abría unas puertas que de otra manera sería mucho más difícil, con la música llegaba a todas partes.
Después de una reunión que congregó a muchas compañeras artistas tras el asesinato de Ana Orantes, empezó el trabajo público de la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género. Juntas, conocieron la realidad de las mujeres que estaban en las casas de acogida.
A partir de ahí empezaron a hacer de portavoces ante el Gobierno y las Instituciones públicas para trabajar por los derechos de las mujeres. La lucha que empezaron en España tuvo tanta trascendencia también a otros lugares del mundo. Ellas dieron visibilidad sobre lo que ocurría en Ciudad Juárez, estuvieron en El Cairo,en Irak, en Guatemala, siempre a través de la música y con la ley en la mano buscando soluciones reales para la lucha por la igualdad. Todos esos actos estaban cubiertos por muchos medios de comunicación que ayudaban en el impacto tangible y mediático.
«Hacíamos cada año dos acciones internacionales que preparábamos durante todo el año coordinadas con los movimientos de mujeres de cada país». El trabajo de 17 años de la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género se vio reflejado en su música especialmente en su álbum Apuntes generales del mundo.
En Apuntes generales del mundo Cristina del Valle cuenta la historia de una mujer victima de las mafias de trata que conoció en la casa de acogida de Apramp. Allí, confiesa la artista asturiana, pudo ver el lado más repulsivo de la sociedad. Aquella mujer tenía una libreta que había sido de su madre, en esa libreta estaban apuntados los ríos, los montes, apuntes del mundo, y en el medio estaba su diario con todo lo que había vivido. «Me dio su libreta y me dijo que hiciera canciones con ella, que contara su historia por si algún día le pasaba algo», y pasó. Esa mujer fue asesinada tiempo después.
De esa época nace también el espectáculo musical Ellas dan la nota, del cual también se publicó un libro escrito por el periodista Miguel de Maurilio.
Las mujeres de la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género también lucharon por el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, a raíz de lo cual se lanzó el álbum La larga espera con Alberto Comesaña.
Esto supuso una vuelta de Amistades Peligrosas, «Alberto y yo hicimos un acercamiento para estar en un programa que él tenía, me propuso hacer cosas juntos para ver cómo habíamos evolucionado… Alberto vino a los campamentos del Sáhara. Fue muy emocionante para mí, porque después de tantos años compartí con él lo que fue mi lucha y mi forma de entender el grupo».
En el single La larga espera no se limitaron a contar lo que pasaba con el Sáhara, sino que lo mostraban en imágenes que realizaron en un pueblo del Sáhara con toda la población presente.
Nuevos proyectos en la nueva realidad.
En esta nueva realidad que nos ha tocado vivir la agenda de Cristina del Valle está llena de proyectos. Sus planes son retomar los conciertos con el espectáculo Ellas dan la nota, previstos para noviembre. Además, nos adelantó que están preparando la celebración de los 30 años de Amistades Peligrosas para 2021. Por mi parte, os espero con ansia y mucha emoción veros en los escenarios. Mientras tanto, vamos calentando motores con el single que lo revolucionó todo: Estoy por ti.
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