Antes de que llegue el olvido de Ana Rodríguez Fischer, ganó el prestigioso Premio de Novela Café Gijón. «El jurado quiere hacer notar que se trata de una puesta apasionada intimista que nos acerca a dos mujeres excepcionales, y que nos sitúa una tapa crucial de la historia de Rusia y de Europa, la de la la despiadada represión estalinista (del acta del jurado del Premio de Novela Café Gijón).
Antes de que llegue el olvido es una carta ficticia de la poeta rusa Ana Ajmátova a Marina Tsvietáieva veinte años después de suicidio de esta última. En esta larga carta Ana habla de la infancia, de los hijos, los matrimonios infelices, los amantes y los amigos, la pasión por la poesía, su admiración compartida por Pushkin, las guerras, las revolución y sus derivas, y del terror y la muerte bajo el yugo estalinista. También evoca el único encuentro que ambas mantuvieron en Moscú cuando Marina regresó de su exilio y fantasea sobre lo que pudo ser y no fue.
Este soliloquio con una voz narrativa lírica, intimista y evocadora, le sirve a Ana Rodríguez Fischer para transportarnos a una etapa crucial de la historia de Rusia.
Las dos poetas de la edad de Plata la literatura rusa que Stalin quiso silenciar cobran vida en esta luminosa novela. No en vano dice en la carta Ana Ajmátova «cuando una mujer escribe, lo hace para todas las que han callado miles de años, siguen callando aún y callarán por siempre jamás».
No haré aquí un resumen de las vidas de ambas autoras, reflejadas con una gran labor de documentación por la propia Ana, pero si quiero recomendar la novela tanto para quien conozca la vida de estas dos poetas como para los que no saben nada de ellas.
Me gusta como Ana Rodríguez Fischer recrea sus vidas de manera que se mezclan datos reales con hechos y reflexiones que pudieron ser.
Sus vidas son un aprendizaje por su experiencia vital y por la época que les tocó vivir. Anna Ajmátova y Marina Tsvietáieva vivieron una etapa crucial que nos puede ayudar a entender como está el mundo ahora y que situaciones no deberíamos permitir que se vivan de nuevo. Lo mismo que entonces, ahora hay artistas que huyen del yugo de Putin como el periodista y escritor Dmitri Glukovshky, condenado a 8 años de cárcel por Rusia. No hay motivos oficiales, pero el autor se declaró en contra de la invasión de Rusia a Ucrania. Desde entonces vive huyendo.
La mejor manera de evitar repetir errores del pasado, es conociendo la historia, y Antes de que llegue el olvido es un buen título para conocer esa época de la historia, y para descubrir o redescubrir la cultura tan rica de la edad de plata de la literatura rusa. Pues no solo habla de estas dos poetas, en la novela salen a relucir amigos como Blok, Maldenstain, Pasternark, Bulgákov, Maiakovski, Zamyatin…
También me gusta su solidaridad y alegato a favor de las mujeres que se han querido silenciar a lo largo de la historia, y que se siguen silenciado. Stalin quiso silenciar a estas dos grandes poetas, como lo han hecho con tantos artistas a los historia, sobre todo mujeres. En este caso, no solo no lo consiguió, pues se siguen imprimiendo sus libros, sino que inspiran otros libros maravillosos como Antes de que llegue el olvido. Ha sido una delicia leerlo, además me ha contagiado las ganas de volver a leer a Marina Tsvietáieva y descubrir a Anna Ajmátova.
Ana Rodríguez Fischer (Vegadeo, 1957), es catedrática de Literatura española en la Universidad de Barcelona donde se doctoró con la tesis «La obra narrativa de Rosa Chacel». De su atención a la novela española contemporánea contemporánea nace el ensayo Por qué leemos novelas, y ediciones críticas de las obras de José María o Guelbenzu, Juan Marsé o Eduardo Mendoza. Ha ejercido la crítica literaria durante décadas en ABC Cultural, Letras Libres y Revista de Libros, y actualmente en el suplemento cultural Babelia de El País.
Otra de sus líneas de investigación es la literatura de viajes con los ensayos Paseantes y curiosos (2010) y Trajinantes de caminos (2018). Como escritora, en 1995, obtuvo el Premio femenino Lumen por su primera novela Objetos extraviados, a la que siguieron Batir de alas (1998), Pasiones tatuadas (2002), El pulso del azar (2012), y El poeta y el pintor (2014).
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