RESEÑA DE PELÍCULA: «ORLANDO, MI BIOGRAFÍA POLÍTICA»
(Si quieres escuchar la reseña en versión podcast clica sobre el título)
La literatura, la buena literatura, con sus múltiples recursos y trampas, consigue mostrar la realidad. Y esto pasa aunque el mundo quiera enconarse en ficciones que ya no representa su verdad, es decir, impera contra su propia voluntad. Qué paradoja, ¿no te parece? Es una batalla que se libra en el fango y entre algodones, depende de cómo se usen las palabras, pero siempre desata consecuencias. Aquí el cine, como uno de los caballeros andantes que aparecerán en esta adaptación documental (ojo al término), combate también esa eventual dicotomía entre las palabras y los hechos. Esta película, ORLANDO, MI BIOGRAFÍA POLÍTICA, es muchas cosas a la vez, como un prisma diamantino que reparte una luz, una visión, en múltiples facetas cromáticas.
Por una parte, la película es una carta dirigida a Virginia Woolf, casi como un diálogo que quedará suspendido en la unilateralidad, por culpa de la evidencia del tiempo y de la muerte, en concreto de la muerte biológica de la escritora, allá por 1941. Esta misiva está fechada en 2023 y estará disponible en Filmin desde el 9 de febrero de este 2024. ¿Y por qué dirigir esto a Virginia? Porque esta destinataria nunca ha estado tan viva, si atendemos al plano intelectual de la sociedad que habitamos. Ella es destinataria de este correo a causa, especialmente, de uno de sus libros, publicado hace ya casi un siglo, en el que el protagonista sufría una metamorfosis, pero no en el sentido de Kafka y su Gregorio Samsa, sino en el de una evolución de dentro a fuera. Aquel personaje cambiaba de sexo en mitad de la historia, destellos personales inspirados en su novia Vita, y aquella novela se tituló Orlando: una biografía. Obvio reflejo entre los títulos, ¿no?
El autor de esta carta-película es Paul B. Preciado, reconocido escritor, comisario de arte y filósofo trans, con títulos en su haber tan significativos como Manifiesto contrasexual o Dysphoria Mundi, ambos publicados en Anagrama, que debuta como director con este documental autobiográfico para narrar cómo evolucionó ese Orlando de Woolf hasta nuestros días, una excusa personal con la que contar sus reflexiones mediante una voz en off cuando no hablan otros participantes. La magia de esto es que, vuelvo a decir, funciona como un prisma de cristal a la luz, y no sólo narra una analogía entre ese personaje y él mismo, sino más bien realza la realidad de los múltiples Orlandos que conviven en esta sociedad tan inclinada a las etiquetas y los conceptos binarios.
Tiene un imaginario visual muy poético, hay caballeros andantes en busca de armas viriles como escopetas o espadas, y a su vez juega con la ironía y el humor, pues no se corta a la hora de reflejar una imagen teatralizada y luego ampliar el plano para que se vean la sordidez de los efectos (como hacer que llueva frente a un rostro y luego vemos en un plano más alejado cómo hay alguien subido a una escalera echando agua frente al actor, quien tiene los pies en una piscina infantil de plástico). La voz en off dice a Virginia: “Tus Orlandos han sido reducidos a pacientes de psquiatría” y, cuando un doctor examina a uno de ellos, le pregunta cuándo le vienen esos pensamientos respecto a su género, a lo que le responde: “Cuando leo poesía”.
Durante los 99 minutos que dura la película se refutan muchos discursos que ya parecen acomodados en torno a la comunicación sobre qué supone ser una persona trans, de hecho esta actividad pedagógica ya no es prioridad, sino más bien de demostrar cómo todo el mundo, trans o no trans, ha vivido de hecho una transición, ya sea desde algo físico, como pudo ser la pandemia y la regulación casi militar de la salud por el estado, o algo social, como puede ser el caso para emigrantes, divorciados o despedidos de un trabajo. Puntos de inflexión, en el que las reglas del juego son otras y tu mundo propio debe reconfigurarse. En el documental se dice que ”La vida no son capítulos sino transformaciones de uno mismo en varias personas”.
Las piezas musicales son muy diversas y, sencillamente, perfectas. Como curiosidad cabe destacar que Preciado también creó las letras de las canciones y se sirvió de otros músicos para crear esas atmósferas. Toda una propuesta Do it yourself, al margen de la industria cinematográfica, como él ha expresado. Como dice una de aquellas letras: “No dejes que Freud ni Lacan se metan en tus sueños y te coman el tarro”.
Esta reseña libre de spoilers y otras en la misma línea divulgativa estarán disponibles este 2024 en la Revista 17 Musas y en el podcast Mapa Desbloqueado, que te animo que sigas para explorar el multiverso de la Cultura.