El libro «Ferrol: Fin de trayecto» del ingeniero industrial Manuel Lara, publicado por Ézaro Ediciones, se presentó en La Central Librera en la calle Dolores de Ferrol el mes de noviembre de este año a punto de terminar.
Este libro es un homenaje a Ferrol, su ciudad natal. El autor escribió muchos textos técnicos por su profesión, pero esta nueva forma de escribir surgió para él a raíz de una proposición de Ézaro Ediciones, que buscaba continuar con la colección que comenzó Susana Fortes con «Pontevedra» y que Xavier Queipo continuó con «Santiago».
El autor explicó que la idea primigenia nace del escritor de culto Georges Perec, que escribió un libro de memorias estructurado a base de párrafos breves que empezaban diciendo: «Yo recuerdo…»
En la sección de preguntas explicó entre otras cosas el significado del título, que no siempre es bien interpretado, y es que el autor hace con el referencia a sus recuerdos llegando a Ferrol en tren, evocando incluso el carboncillo que desprendían los trenes entonces.
Manuel Lara había escrito textos técnicos, pero no algo como este libro de recuerdos. A raíz de la presentación leí el libro. Es verdad que su profesión le proporcionó las herramientas para dar una buena estructura al libro, además de seguir las huellas del autor francés, pero el viaje emocional que supuso organizar sus recuerdos aportó sensibilidad y musicalidad a este sentido homenaje.
No hay lugar de Ferrol que no recorran estas páginas, intercaladas con los recuerdos de una época en la que aún se creía en los Reyes magos, pues como dice Manuel Lara en el libro «era un tiempo muy necesitado de ilusiones», no faltan las canciones navideñas, fue testigo de momentos históricos clave de la segunda mitad del siglo XX, y recuerda los momentos más importantes y significativos de su vida personal, tanto los más luminosos como los más dolorosos.
También hay sitio para las referencias literarias, aunque si tengo que elegir una, me quedo con este poema del estadounidense Ralph Waldo Emerson:
«Reír a menudo y mucho; conseguir el respeto de la gente inteligente y el afecto de los niños; merecer el aprecio de los críticos sinceros y soportar la traición de los falsos amigos; agradecer la belleza, descubrir lo mejor en los otros; dejar el mundo un poco mejor, sea por un niño saludable, un arreglo en un jardín o una condición social redimida; saber que una vida ha respirado más fácil porque tú has vivido. Esto es hacer tenido éxito»
Este poema le acompaña desde que lo descubrió. Un poema que la sociedad actual debería grabar a fuego.
Es verdad que cada persona recuerda la misma situación de manera diferente, pero estoy segura de que muchos ferrolanos de su generación se sentirán identificados con estas memorias. Los que somos de generaciones más recientes también compartimos recuerdos y tradiciones, aunque ya no sean exactamente iguales, y los sentimientos son universales.
Los que no sois de Ferrol, habréis leído y escuchado desde que en Ferrol todo es malo, hasta que está de moda por series como Rapa protagonizada por Javier Cámara y rodada en Ferrol, y por el Racing de Ferrol, el equipo de fútbol que ha ascendido a segunda división.
Yo creo que Ferrol, como la vida, está llena de claroscuros. Con «Ferrol: fin de trayecto » de Manuel Lara tenéis una buena oportunidad para descubrir el Ferrol de una época, y quizá os anime a descubrir la ciudad por vosotros mismos.
Decía Manuel Lara que «Ferrol: fin del trayecto son recuerdos personales para ayudar a definir lo que fue le ciudad en el pasado », y seguro que ayuda a descubrir la ciudad actual.
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