Flores para una niña muerta (Dilatando Mentes, 2022) de Mar Goizueta, nos sumerge en un intrigante relato que combina la poesía oscura, el realismo mágico, el terror y la novela negra. Esta novela se destaca por la habilidad de la autora para crear un ambiente único y poblado por personajes singulares, donde la magia y lo sobrenatural coexisten con la realidad más prosaica.
La trama de Flores para una niña muerta comienza con el hallazgo fortuito de los huesos de una adolescente asesinada en el pasado, desencadenando no solo una investigación policial, sino también una serie de sucesos insólitos y la aparición de personajes fuera de lo común. La autora nos sumerge en el pequeño pueblo de La Laguna, rodeado por los bosques Claro y Oscuro, donde convergen fuerzas mágicas de todo tipo. En este entorno, un riachuelo y una laguna ocultan secretos, y una casa cerrada espera el regreso de su dueño legítimo, mientras que otra casa abandonada exhala un aroma de sótano húmedo. La fonda del pueblo, llena de sabores reconfortantes, se convierte en refugio para lugareños y forasteros.
La novela se presenta como una historia de ambientes y personajes, donde la trama se despliega en episodios significativos, a menudo desordenados en el tiempo, revelando detalles no solo sobre la investigación y el crimen, sino también sobre la naturaleza del lugar y sus habitantes. Mar Goizueta logra un efecto inmersivo a través de descripciones cuidadas y poéticas, haciendo que el lector no solo conozca la historia, sino que viva en el pueblo de La Laguna, sintiendo la magia a su alrededor.
La trama principal se desarrolla a partir del descubrimiento de unos huesos cubiertos de flores por las hermanas Bruna y Lucía en el frondoso bosque del pueblo. Estos huesos, pacientes y silenciosos, despiertan con sed de venganza, desencadenando una investigación policial y la decisión de Bruna de llevar a cabo su propia pesquisa. La narrativa se estructura con capítulos cortos y precisos, revelando la historia del pueblo y sus habitantes a través de peculiares personajes como El Ser, El Extraño, el Cazador de Monstruos, el Coleccionista de Huesos y otros.
La dualidad impregna la obra, desde la lucha entre el bien y el mal representada por los bosques Claro y Oscuro, hasta la dualidad entre el mundo real y el mágico. La novela se sumerge en una mitología propia, donde conviven dioses, avatares y mortales, destacando el protagonismo del corazón humano con sus miedos, pasiones y motivaciones extrañas.
Los personajes, abundantes y singulares, contribuyen a crear el ambiente mágico de La Laguna. Algunos son arquetipos intencionales, como El Extraño o El Ser, que refuerzan la atmósfera de cuento y leyenda. Mar Goizueta nos presenta un pueblo donde nada es lo que parece, donde fuerzas mágicas y elementales conviven con la realidad cotidiana, despertando después de un largo letargo.
Flores para una niña muerta se revela como una novela fragmentada y compleja, como un rompecabezas con piezas de indudable belleza y otras intencionadamente repulsivas. A través de sus cuarenta y dos fragmentos, la autora teje una historia que va más allá de la resolución de un antiguo asesinato, explorando la verdadera historia de un pueblo entre dos mundos desde los albores de la humanidad. La edición de Dilatando Mentes, con su tapa dura y y numerada a mano, cuenta con un prólogo de Alberto Plumed y postfacio de Daria Pietrzak, así como un apartado con las referencias culturales que se encuentra en la novela, convirtiéndola en toda una experiencia literaria.
Flores para una niña muerta es un viaje a través de la fantasía, el terror, la luz y la oscuridad, una obra que cautiva y que no puedo dejar de recomendar.
Mar Goizueta estudió Prehistoria e Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid. Inquieta por naturaleza y amante de las artes y la cultura, compagina trabajos en el mundo de la publicidad y las redes sociales con la promoción musical, diferentes ocupaciones dentro del mundo editorial y varios proyectos relacionados con la literatura. Además de tener publicados relatos en varias antologías colectivas, en 2018 publicó su primera novela, Reina en el mundo de las pesadillas (Ediciones Vernacci), que le llevó a ganar ex aequo el I Premio Amaltea de Fantasía y a ser nombrada Chrysalis Awards como Mejor Autora Emergente en los Premios de la European Science Fiction Society en 2019.
De ese mismo año es su primera recopilación de cuentos breves, Cuentos entre el sueño y la vigilia (Ediciones Vernacci). En marzo de 2021 publicó su libro de cuentos Welcome to the freak show, editado en papel con Apache Libros y en ebook y audiolibro con la editorial danesa Saga Egmont. Actualmente se encuentra trabajando en su nueva novela, y próximamente saldrán a la luz varias antologías de las que forma parte, algunas internacionales.
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