¿Y si te pido que me entierres? Es el primero libro de Carlos Chaves Agrelo. El formato y la propuesta de este proyecto es tan personal, que lo ha llevado a cabo sin editorial.
En la contraportada nos explica su curiosa iniciativa: Soy un libro, pero siempre quise ser más que eso. Soy un proyecto, un deseo, una aventura, un plan que hacer entre los dos. No quisiera irme cuando pellizques mi última página. Me gustaría que las hojas de mi interior sirvan de nido y alimento de una planta, y que la tinta que envuelve mis palabras la anime a crecer. Por ello me he vestido con semillas de manzanilla y he limpiado mi alma de residuos dañinos para ello.
¿De qué está hecho?
En plena crisis de la industria del libro por la subida del precio del papel, este valiente autor ha creado un libro biodegradable . ¿Y dé que está hecho? El autor nos lo cuenta en su web:
Este libro está hecho a mano y de materiales totalmente biodegradables como todos nosotros. Su piel está formada de papel de alga, de maíz, de uva… cosido con un hilo de lino encerado que une todas sus hojas y con tinta de soja correteando por sus venas. Elige tu versión con papel interior de uva, maíz o alga, todas recubiertas con una portada de semillas de amapola y encuadernadas con hilo en color ciruela, crema o marrón.
Los beneficios del libro obtenidos en esta web serán invertidos en la plantación de árboles autóctonos en Galicia.
¿De qué trata este libro?
La particularidad de este libro de once relatos, además de en su formato físico y su original propuesta, reside en el nexo de unión de los relatos. Me explico. En una antología de relatos normalmente comento cual es el punto común o hilo conductor, pero hacer eso en esta ocasión implicaría desvelar parte importante de la trama. Así que voy a hablar brevemente de los relatos y la impresión que me dieron al leerlos. Os contaré donde se desvela el nexo común y os doy una pista: el nexo común de los relatos, da más significado al título del libro.
El primer relato, Los dieciséis peldaños de mi vida, empieza ofreciéndonos la descripción de una típica casa rural gallega:
Hay tres cosas muy características en una casa antigua: una lareira de piedra, grande; una cocina de hierro, en negro, y unas escaleras sólidas de granito. No hace tantos años que la vida familiar y social todavía se desarrollaba en torno al fuego, sobre todo en las casas gallegas, donde pasas la mayoría del tiempo comiendo o secándote de la mojadura. Pero ni éramos tan sociables en mi casa, ni en ella había tanta abundancia de comida para que la cocina fuese la parte central de la casa.
Este inicio me atrapó y pensé que la historia seguiría contando la vida de la familia protagonista, pero en los siguientes relatos van cambiando los personajes, la localización y la trama.
En el segundo relato, El último avión, el personaje principal, antes de coger su avión se sienta al lado de un anciano que empieza a enseñarle fotografías y repasar su vida, los recuerdos y sentimientos de toda una vida parecen anacrónicos en una sociedad fría y vacía que pasa su vida conectada a una pantalla.
Le sigue uno de los relatos más bonitos de este libro, Sofía, en el que habla de una mujer que imagina, pero que no ve hasta el final del relato, está claro que a este autor le gusta dejar a los lectores intrigados.
Después conoceremos a Aurelio, un mentiroso compulsivo, protagonista del relato Una bonita locura, ¿o quizá no es quien parece ser? otra vez el autor juega con el despiste en este cuento.
En Mi pequeño planeta, el protagonista se va instalando casi sin darse cuenta en Isora, un lugar que tiene un tanatorio; a Gabriel se le quema el tiempo pensando en Marta; un forense toma la copa más siniestra y triste de su vida; después conoceremos a la bretona Soazic y su curioso árbol cubierto de cintas blancas, cada cinta es un deseo de alguien; Hernando Mosquera a sus ochenta años se apunta a un jardín de infancia, pues la vejez es un poco como volver a ser niño, ¿o no?; Isolda invita a los vecinos que necesitan un café, ¿y ella necesita tomarse uno?;.
Casi sin darnos cuenta llegamos al relato final, ¿Y si te pido que me entierres? este relato cierra el círculo y conecta todos los cuentos entre sí. Incluso volvemos al principio con un manuscrito que encuentra el narrador del primer relato:
Hay tres cosas muy características en una casa antigua: una lareira de piedra, grande; una cocina de hierro, en negro, y unas escaleras sólidas de granito.
Los lectores que se animen a leer este insólito libro descubrirán la identidad del personaje que escribió ese manuscrito ficticio.
¿Por qué leer este libro?
Porque es un libro diferente. No solo es distinto por su soporte físico y por su especial propuesta, sino también por su forma de contar la historia. En un mundo en el que está ya todo dicho y hecho, ¿Y si te pido que me entierres? demuestra que otra forma de crear libros y literatura es posible. El autor nos ofrece más que un libro, un futuro posible y esperanzador que no tiene el concepto de posesión sobre la naturaleza.
Un futuro en el que en lugar de tratar de destruir el planeta, la amamos y la cuidamos. Recomiendo este libro a todo aquel que cree que un futuro mejor es posible, y también a los más pesimistas, pues su lectura les ofrecerá una visión más luminosa. No olvidéis el libro en una estantería. Así su vida continuará después de enterrarlo.
Te invitamos a leer otras reseñas de libros y artículos de Sonia Yáñez Calvo.
