jueves, marzo 28, 2024
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La náusea del Mar, el naufragio del Serpent

La náusea del mar, relato de Carlos Fidalgo, narra el naufragio del HMS Serpent, crucero de tercera clase, en la Costa de la Muerte gallega un fatídico 10 de noviembre de 1890. El barco había partido dos días antes del puerto de Plymouth para relevar a su gemelo, el HMS Archer en la costa oeste de África. Pero después de permanecer varias horas al pairo a la espera de que amainara una tormenta, encalló en las rocas de la punta de Boi, en Camariñas, sin llegar a ver la luz del faro del cabo Vilán. Solo tres marineros de los 175 tripulantes que iban a bordo sobrevivieron al naufragio.


Una ola me arrancó de las jarcias y pensé que en aquel momento se terminaba mi vida.

“La muerte tiene forma de remolino”, me dije. Pero el mar me arrojó otra vez contra la cubierta del barco y mientras mis compañeros del buque escuela hacían lo imposible por sujetarse a los mástiles, aproveché la segunda oportunidad que me ofrecía la tormenta y me liberé de todo aquello que pudiera molestarme para nadar. Dejé las botas y el chubasquero sobre la cubierta y cuando el océano me reclamó de nuevo con otra embestida tan solo vestía un jersey y un chaleco salvavidas.

El oleaje me empujó ahora contra las rocas donde habíamos encallado y de verdad pensé que en aquel momento se terminaba mi vida. Noté un intenso dolor en la pierna derecha, imaginé que me sería imposible nadar y traté de recordar alguna oración para entregarle mi alma al Señor de una forma más piadosa. Pero el mar no se atrevía a tragarme, me golpeó contra las piedras, llevó otra vez mi cuerpo en volandas y después de unos minutos interminables en los que pensé que me ahogaría me dejó magullado sobre una ensenada.

La arena húmeda me abrasaba los ojos, la sal me corrompía la boca, las rocas me habían machacado toda la musculatura y después de arrastrarme con torpeza lejos del agua, me puse en pie en el interior de la playa. Mareado, hice un esfuerzo para caminar entre los cadáveres de mis compañeros, sacudidos por la tempestad, desmembrados y desperdigados por toda la costa como manzanas caídas de un árbol, hasta que la pierna me dijo basta y el dolor se hizo tan intenso que pensé que me desmayaría.

Así me encontró el marinero Burton, recostado contra una roca, vomitando agua del mar y con el chaleco salvavidas puesto, mientras las olas alborotaban la Ensenada del Trece, después supe su nombre, con los restos de nuestro naufragio.

“¿Estás entero, Luxton?”, me pregunté. Pero no tenía fuerzas para responderle.

Burton me ayudó a levantar la espalda de la roca y deambulamos por la playa, apoyados el uno en el otro, hasta que dimos con una cabaña de piedra en la oscuridad. Un hombre, una mujer y dos niñas, nos abrieron la puerta, asustados, y no hizo falta que les dijéramos nada para que entendieran lo que nos había ocurrido. El hombre nos dio algo de comer y después nos guió hasta la casa de un sacerdote, no demasiado lejos de la Ensenada. Y en la vivienda de aquel hombre de Dios, cobijados de la lluvia, encontré las palabras para preguntarle por el lugar donde habíamos naufragado en una noche tan nefasta.

“En la Costa de la Muerte”, nos respondió en inglés, dejándonos sobrecogidos.

“¿Quiénes son ustedes?”, preguntó él.

Y antes de que Burton le respondiera que éramos dos marineros del HMS Serpent, y que habíamos zarpado dos días atrás desde el puerto de Plymouth, recordé los cuerpos de nuestros compañeros mutilados por las rocas, abrí la boca para hablar, y le dije a aquel cura que solo éramos un poco de espuma.

Supervivientes del HMS Serpent
Los tres marineros supervivientes del al naufragio del HMS Serpent

Carlos Fidalgo es coordinador del área de Periodismo, Comunicación y Marketing del Espacio 17 musas. Su obra narrativa incluye las novelas: El agujero de Helmand (Menoscuarto, 2011), Premio Tristana de Literatura Fantástica, La Sombra Blanca (Reino de Cordelia, 2011) y de los libros de relatos El país de las nieblas (IEB, 2005), Tierra adentro y otros cuentos de naufragios (Leer-e, 2013) y Septiembre Negro (Edhasa-Castalia, 2016), Premio Tiflos de la Once.

En septiembre, la editorial Algaida publicará su tercera novela, titulada Stuka y reconocida con el Premio Letras del Mediterráneo de Novela Histórica 2020. Puedes seguir también los relatos y artículos de Carlos Fidalgo en nuestra sección de Periodismo y Literatura.

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